
Bitácoras urbanas
Este espacio reúne las Bitácoras Urbanas de todos los ciclos de escritura creativa para cine que surgen a partir de los de nuestros Viajes cotidianos.
Medellín -
Día: viernes 6 de marzo de 2015
Hora: 12:25 m
Lugar: restaurante en Cartagena
Autor: Cristian Camilo Chica
Duración: 5 min
Un vivo.
Javier Rios es mi padrino, cosa que no se para que sirve, vive en Medellín, tiene 55 años, tiene 5 hijos, 2 hombres y 3 mujeres, su esposa, es quiza la mujer más brava que conozco, se pinta las uñas con un martillo, le tengo miedo sinceramente, pobre malpadrino. Pero él es un hombre trabajador, hace reparaciones en edificaciones, es un maestro de obra y un maestro para hablar duro, tiene un tono de voz bastante potente, le gusta que todos lo escuchen y es bastante molesto para quien no aprecie este defecto, solo lo he visto un par de veces en la vida, el día en que me bautizaron; aunque tan solo lo se por las fotos que alguien tomó de esos personajes cuando aun la juventud los acompañaba, la vez que me prometió unos guayos hace como 20 años y la semana pasada que me contó algo que le pasó en Cartagena, eso si, llegó sin los guayos.
El viernes a la hora del almuerzo Cartagena Ardía, Javier entró a un restaurante, uno que no le representara mucho gasto, era un lugar pequeño con unas 6 mesas con manteles plásticos de cuadros rojos y amarillos, sobre ellos un vidrio y sobre el vidrio algo que en el caribe colombiano se conoce como abanico, que supuestamente sirve para hacer aire, pero que a ese ritmo nunca lo haría, se sentó y lo atendió una morena alta de ojos claros, le dijo lo que servían y él pidió su comida, un sancocho de bagre y se dedicó a esperar, mientras las gotas de sudor corrían por su frente y él se las limpiaba con una servilleta. En la mesa del lado se sentó otro hombre, era alguien de la zona por la forma en la que hablaba, tenía puesta una camisilla blanca y pantalón oscuro, el hombre pidió su comida y se puso a esperar, y a observar quién podía invitarlo a comer. A javier le llegó su almuerzo y empezó a llevar sendas cucharadas a su boca, masticaba la comida de una forma tan extraña que tal vez fue ahí que llamó la atención del otro comensal, quien también había recibido su plato y lo interrumpió diciéndole, -señó mira que asco esta gente me trajeron esta mondá con un pelo aentro, uted me va a hace un favó-, y El padrino con su vosarrón le dijo:- ¡Claro hombre lo que necesités!- y el sujeto continúo su plan, -yo vo a hablar con el dueño pa` que me cambie éste plato y uted me sive e testigo de que éste tenía un pelo-, y el paisa que es dizque tan vivo, no se la pilló nunca. El hombre se paró y se fue hacía la caja registradora a hablar con el dueño del restaurante y le dijo en un tono muy diferente al del padrino, algo casi innaudible, - el señor que está allá en esa mesa me va a pagar el almuerzo- El dueño buscó la mirada de mi padrino en medio de ese restaurante y le hizo señas con el dedo, Javier le contestó con un gesto de la cabeza en señal de afirmación. y el hombre salió de allí tranquilo como si nada hubiera pasado.
Día: miércoles 18 de marzo de 2015
Hora: 9:00 a.m.
Lugar: Barrio Los Colores
Autora: Lina Morales
Duración: ---
Me desperte a las 9 sali mismo recorrido de siempre. Subo hasta la cuarta brigada hasta la 80, bajo hasta la av Colombia. baje hasta el diamente, volvi a mi casa, organicé mi habitación y la casa, llamadas de contactos para trabajo, almorcé, pasé la tarde insistiendo escribir mi montaje teatral que hace días me ronda en la cabeza. A las cinco me organicé para ssalir a ver teatro en el centro de la ciudad y a compartir unas cervezas con antiguos compañeros de teatro. Salí a las 7:30 p.m al teatro tomé un bus circular contra para el centro. Me encontré con varios amigos, mientras que un ambiente parisiense de acordeón se instalaba en el lugar. 8 p.m. inicia la obra y al salir nos esperaban mas canciones de cabaret y marchas cirsenses mientras que en el bar de lugar instalan para una noche de blues. Mi acompañante y yo hablamos con el músico del acordeón un anciano de largo recorrido musical quien recuerda nostálgico como siempre la música lo ha acompañado en su vida y del asombro que se llevó cuando un día estudiando para la banda de su pueblo aprendiéndose la partitura de una obra de Schubert descubre que estos sonidos, le traen un recuerdo que no logra describir y que al preguntarle a su madre ésta le cuenta que mientras esperaba los dolores de su parto se sentó al piano a tocar esta magnífica obra ya cansado el viejo se retira del lugar. La noche avanza el blues se toma el ambiente, cansada y extasiada de teatro, música y vino a las 3 am retorno al hogar a descansar.
Día: miércoles 18 de marzo de 2015
Hora: 8:45 p.m.
Lugar: El Palo entre la Playa y Bomboná
Autor: Felipe Morales
Duración: 4 min
Voy subiendo de la oriental, por la playa y giro por el palo, camino por la acera de mi derecha. Al cruzar Colombia, puedo caminar por la mitad de la calle, el sonido cambia, atrás queda el sonido de los carros, los pitos, y comienza a notarse más las voces de la gente que camina en ambas direcciones, el ruido de los carros disminuye cuando estoy casi en la esquina, unas rejas que rodean el trabajo en la vía reducen la calle a un camino estrecho, a un costado, en un montañita de tierra juegan dos gatos, me detengo a mirarlos, se corretean, se revuelcan en la tierra. Una señora pasa y al ver los gatos me mira a los ojos y se sonríe, me dice, mire, eso ya no pasa en el centro. Señalando los gatos, y sigue de largo. Sigo caminando por el palo, me gusta caminar por la mitad de la calle, esta, un niño hace un pique en una bicicleta cross color aluminio, dos niños, arman los arquitos mientras un grupo de unos 6 niños están decidiendo los equipos. Al fondo, en bomboná se ven los buses, y sus pitos llegan sutiles, como lejanos, los niños comienzan el partido en la calle. Dos o tres adultos se sientan a lado y lado a ver el partido. Los niños meten un gol y celebran con su “tribuna,” yo estoy parado en un extremo. El equipo contrario tiene que quitarse la camisa,. Los policías que cuidan la zona de la policía en esta cuadra, también miran el partido y sonríen, debo seguir, camino y el ruido del partido va quedando atrás mientras de nuevo los pitos, los motores y las luces de los vehículos van ganando fuerza, giro en bomboná y subo por esa cuadra dejando atrás toda esa alegría del barrio que se toma al centro de la ciudad una noche cualquiera.
Día: sábado 14 de marzo de 2015
Hora: --
Lugar: Cocina Elegane
Autora: Lina Marcela Benítez Fuentes
Duración: ---
Chica, triste y desolada camina en un paisaje gris, una ciudad gris, fría, inhóspita y sola. Chica quiere llorar, se siente deprimida y desanimada, a medida que cae la noche, la ciudad como un monstruo la engulle y ella poco a poco va despertando de un letargo depresivo, y la ciudad va tomando matices, y empiezan a brillar en ella luces de colores que cada vez se hacen más y más grandes, el cielo toma un color rosado, como las mejillas de quienes viven en las alturas, y las estrellas empiezan a danzar en torno a ella.
La chica corre desesperada por ayuda, alguien la persigue, corre por calles laberínticas, interminables, oscuras, silenciosas; la chica no puede ver nada, no puede respirar, no puede pensar, la chica da un paso, cae por un abismo y pum, se estrella contra el suelo, ha despertado.
Ella mira fijamente al grupo de jóvenes homo que parlotea enfrente, uno de ellos es exquisito, esbelto, con su cuerpo fielmente trabajado y su barba es poblada y varonil, la polilla que se ha posado sobre la barba lo sabe también, él brinca y con un fuerte manotazo la lanza lejos de sí, la polilla queda cerca de una de las puertas del metro, blanca, como muerta. A su lado, un hombre de mediana edad vestido de negro contrasta con el color de la polilla que ya ha empezado a subir por su pantalón, la chica espera paciente su reacción, quiere verlo saltar y poner esa cara de susto que solo sabemos poner los colombianos cuando somos sorprendidos; pero el hombre no se da por enterado, llega la última estación y salen casi juntos, ella espera unos pasos detrás para no perderse el espectáculo que seguro hará el hombre al tomar conciencia del animal que sube por su pantalón, ella lo sigue y lo sigue, aun desviándose cada vez más de su camino, no puede dejar de hacerlo, así que con el pasar del tiempo toma conciencia de que se ha perdido y por más que intenta no puede encontrar el camino a casa, pregunta en todas partes, pero todos les responden en una lengua que resulta ininteligible para ella. El desasosiego la sobrepasa, quiere detenerse pero no puede, quiere llegar a su hogar pero no sabe, quiere preguntar pero no entiende las respuestas, así que no tiene otro camino más que seguir vagando sin rumbo por las calles de esa nueva ciudad. Mujer alegre, amigos deprimidos, mujer que ayuda a sus amigos deprimidos, amigos finalmente suicidas, mujer suicida.
Día: sábado marzo de 2015
Hora: 6:00 p.m.
Lugar: Recorrido entre las Torres de Bomboná y U de A.
Autor: Santiago Montoya
Duración: ---
Parce, entonces que? Si vamos a caer al cumpleaños del dieguito? Claro nea, por el Dieguito lo que sea. Y asi comenzo el recorrido de estos tres mosqueteros. Aunque la noche era bien fria, ni un atisbo de agua predijeron ellos se presentaria en la velada. Tomaron rumbo entonces a su primera estacion, el parque del periodista donde habian acordado comprar un suculento y valioso regalo que pudiera dar muestra, de todo el afecto que ellos sentian por Diego, una botella de Bacardi. Despues de mucha indecision al momento de la compra de tan valioso presente, arrancaron hacia la UdeA y no fue si no dar dos pasos para que la prediccion de estos muchachos se volviera un charquero de agua, tremendo lapo de agua el que se armo.
Parce, y entonces que vamos a hacer? No pues que por el dieguito lo que sea, vamos... vamos sin mente que nuestro sacrificio yo se, que va a ser recompensado. Y arrancaron los tres muchachos a correr por todo girardot, "escondiendose" del diluvio debajo de cual borde, balcon o cornisa que se encontraban. A su paso dejaron motociclistas escampando, borrachos jugando con los chorros de agua que caian de los desagues, habitantes de la calle activando el modo impermeable de sus cambuches. Doblaron en echeverri y bajaron hasta el encuentro con la oriental. Toes que caravana cuantos cripis va a llevar? Nada parce, todo bien y siguieron corriendo bajo la lluvia, con medio rio magdalena en sus ropas bajaron hasta saludcoop doblaron, luego como si fuera una especie de checkpoint donde guardar el juego, llegaron al viaducto del metro (Bolivar) donde un trayecto largo y sin lluvia los esperaba. A las alturas de la estacion hospital: Parce entonces, bajamos por barranquilla o nos metemos por la del san vicente? Parce que vuelta, es que por barranquilla no hay escampadero. Bueno hagale pues de una, que me esta llamando el agasajo para el dieguito, y vea que ya casi coronamos. Corrieron y corrieron... siguieron corriendo cuando de repente: Ey pilas con ese Oceano... Vida HIJUEPUTA. Ahg nea yo que segui corriendo como por inercia, no pille cuando esquivaste ese charco ni te alcance a escuchar, que vuelta yo que habia tratado de mantener las medias secas parce. QUE DOOLOOOOOR LAS MEDIAS MOJADAS. LA MUERTE PAL AGUA, pero hagale sigamos que ya coronamos y esta botella Jum, y el dieguito parce, todo por el Dieguito. Al fin llegaron ellos a los apartamentos del frente de la universidad se anunciaron en porteria y subieron. Ese frio tan hp y con sus ropas mojadas hacian que ese ron se viera lo mas de apetitoso y recompensante.
Llegaron al 13, y notaron algo muy raro
Parce y la gente guevon? Nada, con esta hota lluvia parce ud sabe que se pegan las cobijas, pero hoy es sabado ud sabe que ellos aparecen.
Ah sisas vea lo que le trajimos al dieguito
Y Gloriosos, emparamados y triunfantes sacan la botella de bacardi. Parce pero Diego esta en Pereira, no sabian?
Día: jueves 19 de marzo de 2015
Hora: --
Lugar: ---
Autor: Acvez Vera
Duración: ---
Belén, mañana lluviosa, fria, nolche mojada.
recorrer el norte y occidente de la Ciudad, 7 am., La America,San Cristobla Pajarito. Medellin nublada, diviso desde aca, Ciudad gris, mojada.
regreso al caotico trafico pos lluvia, Avenida San Juan, trancon, tarde 3.30 pm.
llueve nuevamente, me esperan a las 4.30 pm, parque del poblado, "manhatan". me siento, pido algo para el frio, entra un mensaje, en 20 minutos llego, mucho trafico en a avenida, sigo esperando. a la distancia, por un costado del parque la veo a la distanca, igual, pienso, camina hacia mi, me levanto de la mesa, un trago en la mano, le digo: bienvenida, nons sentamos, hablamos, recordamos, soñamos. llueve nuevamente, son las 6 pm,, se coloca su buso gris, adios.
Día: martes marzo de 2015
Hora: 7:45 a.m.
Lugar: Desplazamiento desde las Torres de Bomboná hasta la UNAL
Autor: Felipe Morales
Duración: ---
Voy en mi bicicleta para la universidad; tengo clase a las 8 y faltan 10 minutos, me monto en ella y al salir el portero me dice: “Buenos días mi señor, que le vaya muy bien, Dios me lo bendiga”. Y se cierra la reja del parqueadero. Toda la avenida la playa está llena de buses, motos y taxis, no hay por donde moverse, toca montar la bici a pie por la acera y rodar hasta la esquina, allí, bajarse a la calle, cruzar y repetir la montada a la acera. Esto cuadra a cuadra hasta bajar por toda la playa. Ya en la avenida primero de mayo ruedo a toda velocidad que dan mis piernas, esquivando dos transeúntes que se pasan el semáforo en verde; luego la avenida De Greiff con sus putas en el Raudal, los hombres que miran sin pagar, los taxis que ralentizan su paso para coincidir con el cambio de semáforo y deleitar sus ojos unos 40 segundos; los motociclistas que miran sus cuerpos semidesnudos. Hay una mujer muy alta y de cuerpo voluptuoso, la miro, mi celular vibra en el bolsillo, son las 8:10 am, me esperan, tengo exposición. Pedaleo a lo más que dan mis piernas, en el puente de la minorista delante de dos vehículos de carga, grandes que aceleran, doy lo máximo que puedo. Mis sienes palpitan, los vehículos presionan con el rugir de sus motores, por fin la loma de descenso, respiro mientras la gravedad hace lo suyo, veo por fin la portería de la u, amarro la bici, corro por el puente peatonal para entra a la sede, corro hasta el salón, 815 am, subo los tres pisos, al frente de la puerta un letrero. No hay clase, profesor enfermo.
Sonrío con rabia mientras recupero el aire.
Día: martes 31 de marzo de 2015
Hora: 6:00 p.m.
Lugar: Calle desconocida
Autora: Vivimar Salazar
Duración: ---
Un hombre sentado en una esquina con un tarro en su mano que lo acerca a su boca para inahalar GRITA!Gonorrea! Vení pá aca. Estira su mano como abrazando a alguien se ríe por un rato, luego esta serio busca en su costal algo.Diciendo que lo ayude a econtrar el pegante buscando desesperado en el costal. Grita! Donde estaa gonorreaaa ME la Robaste! Entregámelo con movimientos bruscos mientras sigue inahalando de su tarro saca todo del costal saliendo trapso tarros empaques un muñeco un candelabro un telefono cables un tetris que esta pegados por un pegamento amarillo. Se toca la cabeza Diciendo ay gonorrea me lo dejaste regar já já já Organizáme eso. las cosas se meten solas al costal.
Día: martes de 2015
Hora: ---
Lugar: ---
Autor: Alexander Giraldo
Duración: ---
Voz en off
1 LA VOZ
Gonzalo estudió mercadeo o algo así pero se dedica a hacer horribles diseños para empresas. Cuando tiene poco trabajo vende LSD a amigos y algunos conocidos. Siempre ha querdio hacerme participe de su negocio. Hasta el momento le he salido al paso a su insistente acoso.
2 EL OFF
- ¿parce vos vender ácidos?
- nooou, que miedo
- ah, que loquita.
Día: marzo de 2015
Hora: ---
Lugar: ---
Autor: Alexander Giraldo
Duración: ---
He contado 55 comienzos de novelas intricadas y difíciles de construir, algunas tienen títulos, descripción de algunos personajes o el nombre del primer capitulo, otras mas intrépidas tienen una pequeña lista de capítulos. Ninguna historia está acabada y probablemente nunca vayan a estarlo, no recuerdo que quieren decir ese montón de palabras con disposición aleatoria.
Entre berrinches autocomplacientes y ciencia ficción barata, he pasado mucho tiempo escribiendo frases que creo me van a ayudar a recordar alguna idea genial. Tenía hambre cuando escribí algo sobre una empresa de mafiosos perfectamente legal con un partido político y posturas ideológicas disparatadas. No recuerdo hacia donde iba la trama pero algo tendrá que ver con cocacola, pan mordisqueado y mortadela. No había nada mas en la cocina.
Día: marzo de 2015
Hora: ---
Lugar: Av. La Playa, Jardín Botánico
Autor: Jhonatan Macias
Duración: ---
-Por varios meses me pregunté ¿quién era esa mujer?,¿A que se debía esa situación de haberla visto ya tantas veces en diferentes partes de la Ciudad?-
Día 1
Semáforo de Avenida la Playa.Ella está al otro lado de la calle,ambos esperamos que el semáforo cambie,la miro como podría mirar a otra mujer en un vagón del metro.El semáforo cambia y ambos desaparecemos; aunque ella más que yo.
Día 2
Montándose en el autobús.Voy de camino a ver una función de teatro; soy de esos caminantes de la ciudad que van con los ojos bien dispuestos a descubrir pero no pensé que la vería de nuevo. Lo único que pude ver fue todo su cuerpo disponiéndose a subir a un autobús que pasaba algunas calles cerca a mi casa.
Día3
Ventana de mi casa. Estoy asomado a la ventana de mi casa desde la cual se puede ver la calle,son eso de las dos de la tarde, y ella va caminando rápido.Ella cada vez me inquieta más.
Día 4
Sentada en una banca del jardín botánico.Me he senté a leer un libro en una de las bancas del jardín botánico, hace unos minutos; ella se acaba de sentar al otro extremo de la banca.Intercalamos miradas,yo la veo y me asombro al verla,ella mira el libro.
Día 5
La encuentro por una red social virtual, me sorprendo de la forma de haberla encontrado por medio de éste sitio Web.
-Pasamos algunas semanas hablando,ella me preguntó alguno de esos días que si yo era el chico que hace unos días había visto con aquel libro raro, viejo y aburridor.Dos semanas después decidimos vernos,acordamos aquella banca del jardín, Ella dijo que llevara el libro para reconocerme y yo le dije que mejor yo le diría una frase para reconocernos, la frase era"sé lo que hiciste el verano pasado-
Día 6
Ella llegó primero...
Día: jueves 21 de agosto 2014
Hora: 7:00 a.m.
Lugar: Carres 80, 81, 82, 79 AV 30
Autor: PAN
Duración: ---
Un hombre sale una mañana en su bicileta rumbo a su trabajo con un morral grande. Lleva puestos unos jeans, una camiseta, unos tenis rojos y un casco blanco. La cicla también es blanca. Pasa por todas estas calles donde pasan pocos carros, muchas motos y uno que otro bus, pero no es una ruta congestionada. Las carreras 81, 82 y 79 son las que recorre. Toma la carrera 80 cruza la glorieta de la 80 con la 35 y continúa por la 80. Llega a la glorieta de la 80 con la 33 y se roba un semáforo aprovechando que no pasan carros. Alcanza a un moticiclista que va diciendo groserías mientras conduce y habla por celular. Lo pasa y más adelante encuentra un carro blanco de marca desconocida pero muy lujoso que no tiene capota. En el vehículo va un hombre escuchando música clásica a un alto volumen. El conductor de dicho carro juega con sus dedos como si tuviera un piano en el volante y el cielo encima de su cabeza. Lo cruza y más adelante por intentar sobrepasar un bus de circular conatra, lo choca y casi cae. Suspira mira para todos lados, espera un momento y continúa. El hombre llega a su lugar de trabajo toma agua y del bolso saca una camisa de botones manga larga y se cambia la camiseta que esta mojada por el sudor de dicho viaje.
Día: jueves 11 de septiembre 2014
Hora: 9:00 a.m.
Lugar: Universidad de Medellín
Autor: Felipe Morales
Duración: ---
Trato de estudiar en corredor de la universidad en una mesa redonda al frente de oficinas y salones. Una silla de tres puestos, al frente una chica linda peli zanahoria, blusa verde tejida y debajo algo negro. Tiene la piel muy blanca. Pircing en la nariz y gorro de poeta francés. Se nota desesperada. Espera con tensa calma. Le tiemblan las piernas, mira el reloj, mira a lado y lado del pasillo. Llega un chico de camisa a cuadros y hablan: ella dice- Es que llegue tarde, no pude entrar al examen y además, si vieras, me toco taxista invitándome a su finca o a un motel que yo estaba muy linda. Se van caminando y yo sonrío mientras estudio.
Desfilan chicas en su mayoría. Desde aseadoras hasta "Supermodelos". Todas voltean a mirar. Es extraño que alguien esté escribiendo sumatorias en territorio de los comunicadores. Soy un bicho raro. Me gusta. La mesa está llena de hojas con cálculos y ejercicios matemáticos. Escucho en los audífonos a Tom Waits e Ilegales. Mientras tomo un café y espero a Luisa.
Día: sábado 21 septiembre 2014
Hora: 9:15 p.m.
Lugar: Av. Bolívar
Autora: Juana Arango
Duración: 30 min
Una mujer aborda colectivo de Itagüí, en el Barrio de Santa María, y le pregunta al conductor si llega hasta la estación Exposiciones. La calle está despejada. Mira el reloj del celular constantemente porque va retrasada para la fiesta. Su móvil suena pero ella lo deja timbrar hasta que se cuelga la llamada, pues como dijo que había salido antes no quería que la sorprendieran en la mentira. Mira por la ventana. La mujer está ansiosa. Es la primera vez que va a la casa en la que celebrarán el cumpleaños de su amigo en el barrio Robledo. Barrio que ha visitado pocas veces en su vida. Y solo conoce a tres personajes incluyendo el homenajeado y no sabe con qué se va a encontrar.
El vehículo continúa avanzando y entra por la calle San Juan y se detiene en la Alpujarra. Desde el colectivo puede ver la calle completamente sola. El colectivo continúa detenido en su primer parada y la mujer se concentra en las luces del semáforo que brillan en el pavimento. No hay lluvia, pero el viaducto del metro oscurece lo suficiente para poder ver el reflejo. Se queda mirando al vacío y advierte un movimiento en una de las columnas del viaducto. Aguza la vista y observa a un habitante de la calle que está acomodando unos costales y unos cartones en forma horizontal. El colectivo enciende el motor y dobla por la calle Bolívar y a mitad de cuadra antes de llegar a la estación Alpujarra, se detiene. Mira hacia atrás y hacia adelante y solo van dos pasajeros más. Levanta su cabeza para observar quién va a subirse y encuentra a dos hombres vestidos con traje gris y corbata azul oscura. Cada uno lleva un estuche de cuero negro en forma de guitarra en la espalda. Los hombres no se suben y hablan con un hombre que no viste como ellos. Intenta escuchar pero no comprende qué es lo que dicen. El conductor no habla y espera con el motor del colectivo apagado. La mujer vuelve a mirar la hora en el celular y son las 21:45. Recibe otra llamada y no la contesta. Cuando deja de sonar el teléfono le entra un mensaje de texto "Salo, En dónde vienes no nos contestas y estamos preocupados". Ella responde: "Apenas voy llegando a la estación Exposiciones, cuando me suba al taxi en estación Hospital te marco para que me digas cómo llegar".
Los hombres al subir al colectivo tienen dificultad para pasar con los instrumentos por la registradora. El hombre más pequeño y de tez morena, se sienta en la banca delante de la mujer. El hombre alto y robusto de tez clara y cabello cano, le entrega su Instrumento por encima de la registradora y se sienta en la banca del frente del primer hombre.
Hacen un chiste entre ellos porque el hombre grande casi no pasa por la registradora. Miran a la mujer de atrás que les sonríe tímidamente. Ella los mira con desconfianza. Duda si en realidad tienen guitarras o tal vez, tienen armas y pasó por su mente rápidamente la imagen de la "balada del pistolero ". Sonríe avergonzada. El hombre pequeño le dice al hombre robusto que tiene el cierre del estuche malo. Esa frase llama la atención de la mujer quien quería comprobar si existía en realidad un arma allí. El hombre pequeño recuerda con su compañero el episodio de la serenata que dieron alguna vez en Betania- Antioquia, cuando después de tres horas de viaje por una carretera mal trecha, iban con sus otros dos compañeros a dar la serenata que les habían pagado con antelación y a consecuencia del cierre malo, se cae la guitarra y se les quiebra. La mujer aunque miraba por la ventana estaba atenta a la conversación y los escuchaba mientras imaginaba sus ojos como una cámara que iba grabando un documental de una noche de serenata con éstos hombres. Pensaba si irían a un contrato o si ya iban a descansar. Decía que la vereda en la cual los habían contratado quedaba a siete horas de la cabecera del municipio y no tenían como reparar la guitarra. Los hombres se reían y miraban a la mujer que ya no pudo contenerse en disimular la risa. Desde entonces fue incluida en la conversación. El colectivo se pone en marcha muy lentamente y pasa por la estación Alpujarra. La mujer se olvida de la hora y del celular. Quiere que los hombres terminen el cuento. Mira a través del parabrisas del colectivo de lejos ve la luz de las escaleras de la estación de Exposiciones. Los hombres se miran, la miran, se ríen, pero no avanza la historia. La mujer impaciente les pregunta si finalmente lograron dar la serenata y el colectivo que iba lo más lento posible se detiene a mitad de cuadra. Ella se aparta de la conversación y mira por la ventana encima del hombro del hombre robusto y ve a un grupo de cinco mujeres muy delgadas y descubiertas con ramos de rosas empacadas en solitario en la mano. Unas mujeres con voces guturales gritan, otras impostan agudos sonidos. El conductor detiene la marcha con el motor encendido. Cinco mujeres se suben gritando y haciendo toda clase de ruido. Todas avanzan hasta la banca de atrás. Desde su puesto la mujer las observa con el rabillo de su ojo derecho, pues advierte que al subirse los personajes usan pelucas, minifaldas, llevan sus pechos casi descubiertos y tacones altos de plataformas de al menos diez centímetros. Los Hombres del traje gris, sí voltean a mirarlas. El conductor, pone en marcha el colectivo y ella por fin ve cerca su destino. Faltando unos cuantos metros para llegar a la esquina de la estación, les pregunta que si ellos tienen tarjeta y le responden que no, pero que puede ubicarlos en el celular. El hombre alto y robusto le dicta el numero, ella lo ingresa apurada y lo guarda con el nombre de: Elías, Colectivo serenata ...
Día: domingo 22 de septiembre 2014
Hora: 12 m
Lugar: Av. Colombia
Autor: PAN
Duración: ---
En el bus 240 de floresta estadio estoy sentado mirando por la ventana en un caluroso día del verano de Medellín que cada vez es mas caliente y lleno de luz. Diez de la mañana y el bus no avanza. Es una de esas cuadras donde espera recoger muchas personas pero no hay nadie. La calle está prácticamente sola, el sol que abraza este día no permite transeúntes.
En la distancia se ve un pequeño grupo de recicladores o gamines o como ahora les dicen habitantes de calle. que casi desnudos caminan como dueños de la calle, caminan mirando todos los locales y haciendo un gran escándalo dos de ellos arrastran un ruidoso carro de rodillos con una cuerda amarilla y sucia. En el carro llevan varios costales, uno de esos costales es de cuerditas rosadas y está lleno de botellas de plástico apacharradas sin etiqueta y sin tapas que se mueven de un lado a otro como queriendo bajar del peculiar vehículo. Debajo de este costal rosado hay uno mucho mas grande de color mugre gris que no revela mucho el contenido pero deja una huella no muy agradable de algún líquido por la calle. Desde aquí no se tiene la información del olor pero parece que no es agradable. Otro par de habitantes de la calle solo llevan una especie de trapo en la mano, no se define muy bien si son prendas de vestir u otra cosa. No llevan camisa y muestran su figura destruida, hermosamente destruida, sin cicatrices ni heridas. Un bronceado disparejo, la piel de estos es de un color extraño como la de un pollo asado. Tienen barba y se ve que los agobia el calor porque de un tarrito van tomando agua y refrescándose el cuello. En este peculiar grupo va una mujer joven que no se le ve muy aporreada y pienso que bañada sería muy bonita pero tiene la asquerosa secuela del sacol. Unas manos delgadas y débiles que dan a pensar que se inyecta. Lleva una pantaloneta de la U de A, un top naranja y un saco azul de esos que tiene un cierre en la mitad y va abierto y manchado en la parte superior de lo que en mi opinión sería sacol. Ella pasa de local en local (imagino que pidiendo). El vehículo no avanza y este grupo se acerca cada vez más hasta que nos captura. Uno de ellos, el mas barbado, saca un palo del carrito y comienza a golpear la llantas del bus y me mira por la ventana como con cara de asesino y deja una gran cantidad de terror en los cuatro pasajeros que le miramos. Deja de mirarnos y se acerca al conductor y tienen una pequeña charla. Consigue una moneda y se une al grupo de recicladores que ya cruzaban la esquina.
Día: viernes 12 de septiembre 2014
Hora: 5:00 p.m.
Lugar: Biblioteca Colombo Americano
Autora: Luisa Jaramillo
Duración: ---
Unos tenis de mujer cruzan la calle maracaibo con el palo y rechinan al pisar los charcos que se forman por la lluvia. Abre su bolso y entra al Colombo Americano. El vigilante mira el bolso y ella entra a la biblioteca hasta la recepción donde una chica entre quince y diez y siete años con uniforme del CEFA que atendía a dos niñas y un amigo, le recibe el bolso y le entrega un ficho que guarda en su chaqueta sin mirarlo.
Sus zapatos mojados producen un sonido de fricción contra el suelo que llama la atención del joven que se encuentra sentado en la mesa y los sigue a través del estante principal.
Sale en dirección al computador. Del computador se dirige a los estantes de atrás, lee varios títulos en los lomos de los libros. Selecciona tres y va en busca de una mesa. En la primera se encuentra un chico de espaldas con hojas, libros, lápices; la segunda mesa se encuentra sola llena de libros. Se sienta en la tercera. Tiene un libro en las manos, lee algunas líneas y por encima del libro ve el cabello rubio del joven que le da la espalda en la mesa de adelante. Mira fijamente su corte de cabello y lo recorre con la mirada hasta llegar a la oreja izquierda en donde un arete de acero le llama la atención. Continúa leyendo vuelve a mirarlo y se detiene en la punta de su nariz. El hombre se para rápidamente, recoge sus cosas y se va. Continua leyendo mientras escucha los pasos rápidos del joven alejarse de la biblioteca. Vuelve a su libro y escucha pasar el carro de la acomodadora de libros. Una luz brillante que proviene de la fotocopiadora y está justo detrás de la mujer que acomoda los libros, se apaga.
La mujer está de pie en la mesa al lado de la taquilla guardando cosas en el bolso. Un hombre le observa. Ella le regresa la mirada y sigue con sus cosas. El hombre se aleja hasta las escalas, la vuelve a mirar e intenta acercarse a ella. No es capaz de pasar y desde un metro le pregunta: vos vas a entrar al cine? Él la mira fijamente a la cara y ella le responde: Yo? Y él responde: Sí. -Ella niega con la cabeza.
Los pies del hombre suben las escaleras y sale de escena. Los zapatos de mujer salen de frente haciendo un sonido en la baldosa hasta salir de cuadro.
Día: sábado 21 de marzo de 2015
Hora: --
Lugar: SUEÑO
Autora: Vivimar Salazar
Duración: ---
Sueño de hace tres noches
Ella habla por el celular. Asiente con la cabeza mientras camina de un lado al otro.
Ella esta elegante en la entrada de un restaurante, hace un paneo con la mirada, observa a un hombre, se acerca mientras se miran. Se sienta, él le pregunta si le gusta ese lugar, ella le sonrie, él la besa. Ella pasa su mano por el cabello mientras abre los ojos.
Abre los ojos está en la entrada del restaurante buscando con la mirada. Lo encuentra, él está con una mujer. Ella se acerca. Le pregunta por su silla, el le señala una diciendo que esa no esta ocupada. Es la silla de otra mesa que le esta dando la espalda a la silla de la otra mujer. Ella lo observa con enojo y le pregunta ¿Quien es ella? . Ël le pregunta. ¿Quien es él? Señalando a un hombre que se acerca a saludarla. Le corre la silla ofreciéndosela, ella lo mira mientras se sienta. El hombre le pregunta si le gusta ese lugar. Ella no responde , sale del lugar.
Día: lunes febrero 2017
Hora: 18 horas.
Lugar: Portoalegre (Brasil)
Autora: Bárbara
Duración: 5 min
EJERCICIO IMAGINADO
Joao salía apresurado del trabajo después de un lunes caluroso. El pronóstico era lluvia y como no le gustaría mojarse, apretó el pso para cruzar parque de le Jencoé, cuando de pronto, se pone a llover. Al contrario de la rabia que esperaba sentir por estar empapado se sorprende por ponerse contento al escuchar los ruidos que hacían los niños al jugar en la lluvia de verano y de pronto se puso a disfrutar él también de la lluvia y de la plaza.
Día: jueves 9 febrero 2017
Hora: 17 horas.
Lugar: Madrid (Brasil)
Autora: Silvia
Duración: 5 min
EJERCICIO IMAGINADO
Ella con esa mirada traspasa el arcoiris de agua. Aprecia a esos jóvenes y detrás esa mujer cansada con su jornada encima y las calles se opacan al sentir su cansancio. Los pies de esa mujer son como los de ellos, se oscurecen y se vuelven ajedrez sin saberlo.
Día: lunes febrero 2017
Hora: 8 a.m.
Lugar: Medellín
Autora: Agustina
Duración: 3 min
EJERCICIO IMAGINADO
Pilar sale de su casam en un lunes de mierda. Camina mirando el piso gris, triste. Da la vuelta a la esquina para tomar el camino por la plaza, la misma de todos los lunes de mierda.
Pasa cerca de la fuenta fastidiada por el viento que hacía salpicar el agua en su ropa recién lavada.
De pronto, mira una familia jugar en el agua, y una mirada cómplice la invita a mojarse y disfrutar como ellos lo estaban haciendo. Está llegando tarde. Piensa que la fuente está buena, pero le falta pintura. Sigue caminando, se voltea por última vez a la familia, se divierten, sigue caminando y piensa que tendría ganas de quedarse observando a la familia.
Día: jueves 9 febrero 2017
Hora: 19 horas.
Lugar: Buenos Aires (Argentina)
Autora: Agustina
Duración: ---
EJERCICIO creatividad / memoria
UN DÍA DE TRABAJO
Llego al trabajo, me sentía muy ansiosa por saber que había sucedido ayer después de mi discusión con Laura. Pienso en las palabras que debería haber usado , o eso que había pasado el año pasado que, ¡qué bien me hubiera venido recordarlo!.
Llego a la oficina. Silencio. Omar, abstraído como siempre en su computadora, casi que ni me saluda, pero me hace un chiste cuando me doy vuelta. Está todo tranquilo, entonces pienso. Liliana me saluda con su sonrisa de siempre, no sé por qué pero se pone contenta al verme, siempre. Llamo a mi jefa. Quería saber qué había pasado, pero apenas me contesta tres palabras porque estaba apurada. Pienso en que cuando llegue Laura no le voy a decir nada, no quiero enojarme de nuevo. "Estoy mejorando eso"
Me voy a comprar café, tardo más de lo esperado. Me prendo un cigarrillo nerviosa. Pienso; ya es hora de que llegue Laura, mejor subo a la oficina para encontrármela sola, porque va a ser incómodo. Me apuro para llegar al asensor. Abro la puerta y estaba Laura. Llegó antes, pienso. La miro con cada de nada, me mira y me dice: ¡Qué linda que estas hoy!
Día: jueves 9 febrero 2017
Hora: 19 horas.
Lugar: Buenos Aires (Argentina)
Autora: Bárbara
Duración: ---
EJERCICIO creatividad / memoria
COLOR FAVORITO - AMARILLO
Suelo ver todo en sepia, no por ningún problema de visión, sino por los lentes marrones que uso. Eso hace que cambien los colores de la ciudad, principalmente, el amarillo. Todas las imágenes que veo parecen recuerdos o escenas de una película antigua, todo amarillo. Voy caminando a de Retiro a San Telmo al fin de la tarde y no puedo dejar de pararme un rato a observar la plaza, los predios y las construcciones antiguas bañadas por el color dorado del sol que resalta con los lentes,
Día: jueves 9 febrero 2017
Hora: 19 horas.
Lugar: Buenos Aires (Argentina)
Autora: Silvia
Duración: ---
EJERCICIO creatividad / memoria
HORA PREFERIDA DEL DÍA
- MARTES 7 a.m.
Abrí los ojos sin despertador más que el rayo de luz que traspasa la persiana un poco oxidada.
Momento de tranquilidad, para unos mates. Los chicos duermen. Mis plantas necesitan agua, ¡esperen, ya voy!. El cigarro, buen compañero cuando se tiene tiempo para pensar y hoy es otro día de pensar en como cambiar. Está reacioso.
Día: jueves 16 marzo 2017
Hora: 8:00 a.m.
Lugar: Hospital Ramos Mejía
Autora: Bárbara Dutra
Duración: Tiempo real 5 min
tiempo relato: 30 min
A la espera del reumatólogo
Nanci estaba sentada en un banco en el pasillo al lado de la puerta del consultorio de Reumatología. Ya eran como las one de la mañana, así que ya no había mucha gente dando vueltas por el lugar. No tanta gente como a las ocho cuando llegó. Ahora, para ella, eran todos conocidos.
Estaba inmersa en sus pensamientos, cuando pasan dos personas conversando y se les escucha la palabra, "lupus".
"Lupus, ¿qué será eso?". Le habla un tipo con pelo desordenado y ojos estallados.
"Es una enfermedad en donde tu sistema inmunológico empieza a atacar tu propio organismo; yo tengo sospecha de eso", le contesta Nanci.
"¿Y qué te pasó acá?" Pregunta el tipo, refiriéndose a la curita que Nanci tenía puesta en la labio superior.
"Me mordió un perro, pero no es por eso que esto acá. Vine a ver a la reumatóloga".
El tipo le empieza a hablar que esas cosas pasan por ataques psíquicos, y se presenta como exorcista y curandero. También le cuenta que está allá acompañando a una paciente suya. Una señora que se encuentra parada cerca de la puerta de otro consultorio. El hombre le enseña audios de un exorcista llamado Padre Alcuña y le invita a ir a sus reuniones en una provincia de Buenos Aires.
"Vos tenés que tomar el tren en Constitución. Los jueves a la tarde hago atendimientos, esas cosas ningún médico puede curarlas, precisas de ayuda espiritual".
En ese momento, una paloma pasa caminando por el pasillo, "mira, eso no es una paloma, es un espíritu", habla el tipo. En seguida, se para y camina hacia su paciente. "No dejes que esa paloma te pique, eso es un espíritu, este lugar está lleno de espíritus". Habla en tono alto y todos le escuchan.
Se vuelve a sentar y muestra otros audios. En seguida, la puerta del consultorio se abre y sale el médico:
"Noel González".
Nanci se despide del chico y se levanta.
Día: miércoles 22 de marzo 2017
Hora: 12 p.m..
Lugar: Living - Departamento
Palermo, Bs As
Autora: Agustina
Duración: 8 min / 10 min
Ella, sentada en un extremo del salón, lo observa desconfiada. Seguía cada uno de sus movimientos. Sin embargo, algo le ausaba un extraño cariño. Él se voltea y las miradas de ambos se encuentran. Él baja inmediatamente su mirada y con una lentitud terrible continúa preparando el café.
Hace más de media hora que se encontraba en silencio. Mayhah, su gata, con un maullido de reclamo rompe el silencio.
Ambos se encuentran sentados en el sillón. Toman café en silencio. Ella enciende un cigarrillo, él la sigue. En el fondo suena "Every time we said goodbye" de John Coltrane. Ella piensa:
¡qué hermosa canción!, se voltea hacia él y le regala una sonrisa.
Él se levanta, ella hace un gesto de hartazgo. Él camina hacia la computador donde suena la música y cambia rotundamente la canción. Ella hace un gesto de resignación. Él la mira, deja su cigarrillo en el cenicero y con un gesto la invita a bailar.
Él la toma torpemente, pero con cariño y se mueve lentamente a pasos robóticos. Ella se ríe pero se acerca más a su cuerpo y se relaja.
Los dos sentados, cada uno en un extremo del sillón. Ella se tapa la cara con su pañuelo. Él la mira con ternura. Mayhah se acerca a él y maúlla en tono de reclamo. Ella se levanta, con un gesto le dice que se va a ir y él le dice:
Cuando mi hermana murió, Mayhah durmió conmigo durante 100 días. Estoy harto de la nostalgia.
Día: sábado 25 de marzo 2017
Hora: 11:15 a.m.
Lugar: Parque enrejado en la
Plaza Constitución. Bs, As.
Autora: Josephine
Duración: ---
La entrada no tiene entrada abierta, uno tiene que trepar un borde de cemento para entrar al parque.
Hay dos niños jugando en los juegos infantiles. Contra la reja, al borde de la entrada a la autopista está hablando una pareja, padres de la niña de unos 2 años jugando feliz en los juegos, riéndose. De vez en cuando se acerca a sus padres y se tira encima de su papá.
Sus papás se están peleando. Ella le está reclamando de su comportamiento, de volver a cualquier hora. De plata. De tiempo con la niña. No se está haciendo cargo, se defiende. Ella se emociona, está entre frustrada y triste. Le salen unas lágrimas.
La conversación se cae, él aprovecha para levantarse y jugar con la niña. La atrapa y le da besos en la panza, ella se ríe, se retuerce. La sube a los juegos y se baja por el tobogánm él la atrapa por la bajada y la vuelve a subir. La mamá mira pensativa para otro lado, triste.
Se vuelve a sentar. La niña sigue jugando sola, todavía riéndose. Los padres se quedan en silencio, sin mirarse, ni hablar. El padre le dice a la niña que ya es tiempo de irse, se levantan, la agarra y se marchan juntos. Él complice con la niña, la madre atrás.